Cuando era un niño, mi hermano y yo invadíamos al despertarnos la cama de mis padres en las mañanas de los días en los que no teníamos que ir a la escuela. Allí, junto a ellos, pronunciábamos las palabras mágicas para que mi padre, quien tenía una gran inventiva para contar cuentos, hiciera volar nuestra imaginación hacia el infinito y más allá.
De momento, no he desarrollado esa virtud de contar cuentos pero me encanta pasar tiempo con mis hijos y los echo mucho de menos cuando no estoy con ellos. Durante una época maravillosa, por casualidad, mi mujer y yo instauramos el hábito de ver un videoclip musical con nuestro hijo mientras él tomaba su vaso de leche antes de ir a dormir. Empezó siendo el “Time to say goodnight” de Elmo y Andrea Bocelli con el que iniciaré este blog. Después fuimos introduciendo otros.
Siempre me ha gustado mucho la música. Y me gustaba aún más poder compartir ese instante con mi mujer y nuestro hijo. Era una buena manera de enseñarle bonitas canciones, y después él me lanzaba un montón de “porqués” con las cosas que le habían sorprendido del vídeo musical. Incluso mis padres o mis suegros se unieron alguna vez a ese ritual en alguna de sus visitas a casa.
Al cabo de unos años pensé en dar a conocer ese hábito y los videoclips a otros padres. Quizá no sea el único padre al que le cueste un poco inventarse cuentos, pero no por eso hay que dejar de encontrar tiempo para compartir con nuestros hijos y, para nosotros, ver esos videoclips abrazados en el sofá era uno de los mejores momentos del día.
Por el tiempo en familia, por el recuerdo a mi padre, por el amor a mi mujer y a mis hijos y por las ganas de compartir buena música, pensé en hacer este blog. No importa el idioma, la temática de la canción, la religión de los artistas, incluso perdonémosles si se equivocaron en algún momento de su vida. Como decía Brian Wilson en su libro Yo soy Brian Wilson… y tú no, “La música es una cosa hermosa. Las canciones me ayudan con mi dolor y también se mueven por el mundo y ayudan a otras personas, lo cual también me ayuda a mí”.
Tumbaros, abrazaros… cama voladora, vuela un poco, por favor.
Thank you dad
When I was a child, my brother and I invaded our parents’ bed when we woke up in the mornings when we didn’t have to go to school. There, together with them, we pronounced the magic words so that my father, who had great inventiveness to tell stories, would make our imagination fly to infinity and beyond.
I have not yet developed that virtue of storytelling but I love spending time with my children and I miss them so much when I’m not with them. During a wonderful time, by chance, my wife and I got into the habit of watching a music video clip with our son while he had his glass of milk before going to sleep. It started with Elmo and Andrea Bocelli’s “Time to say goodnight” with which I will start this blog. Later we were introducing others.
I have always really liked music. And I liked even more being able to share that moment with my wife and our son. It was a good way to teach him nice songs, and then he would throw me a lot of «whys» with the things that had surprised him from the music video. Even my parents or my in-laws once joined that ritual during their visits.
I thought about making that habit and the video clips known to other parents. Maybe I am not the only father who needs to improve on story telling, but it does not mean we have to stop finding time to share with our children and, for us, watching those video clips hugged on the sofa was one of the best moments of the day..
For the time with family, for the memory of my father, for the love for my wife and my children and for the desire to share good music, I thought about making this blog. No matter the language, the theme of the song, the religion of the artists, let’s even forgive them if they were wrong at some point in their life. As Brian Wilson said on his book I am Brian Wilson, “Music is a beautiful thing. The songs help me with my pain and they also move around the world and help other people, which also helps me. ”
Lie down, hug … flying bed, fly a little, please.