A Day in the Life

25 de diciembre de 2015, videollamada de Hong Kong a Tarragona para felicitar la Navidad y, en menos de un minuto, mis tíos se apartan de la pantalla dejando a mis padres al frente.

Hay días que recuerdas especialmente, en los que cualquier actividad que tuvieras que llevar a cabo quedó condicionada por algo que había sucedido. Muchos visualizamos el lugar donde estábamos al ver las primeras imágenes del fatídico 11S o del también trágico 11M. Y en un plano más personal, recordamos la llamada de algún amigo o familiar comunicando malas noticias. Tristeza, preocupación por lo que vendrá después y mirada perdida al revivir recuerdos suelen venir a continuación y, en mayor o menor medida, se quedan para siempre con nosotros.

En varias páginas del blog he recordado momentos con amigos del colegio o del instituto. En los últimos años he podido volverme a encontrar en varias ocasiones con uno de ellos, a quien hacía bastante tiempo que no veía. También recuerdo ahora que, hace casi 30 años, habíamos quedado unos cuantos amigos del instituto y le llamé a él para decirle que no podría acudir, pues un familiar muy cercano había tenido un grave accidente.

En aquella época, cuando nos juntábamos, compartíamos mucha música. The Doors, Led Zeppelin, Georges Moustaki, -incluso llegué a ponerlos a bailar con Mikis Theodorakis-… y, por supuesto, The Beatles.

A Day in the Life (Youtube – A Day In the Life, The Beatles), la canción que concluye el famoso álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de 1967, es posiblemente la última colaboración entre Lennon y McCartney y, además, consiguieron convertirla en su obra maestra -y una de las mejores canciones de la historia- convocando a una orquesta de 40 músicos para que tocaran desde la nota más baja hasta la más alta.

Siempre me ha fascinado la canción porque en ella pasan muchísimas cosas. Su estructura es como tener dos o tres canciones en una. Contiene un breve comienzo instrumental con las guitarras invitando al piano, le siguen unos versos de John Lennon, tras un primer crescendo orquestal aparece una parte central escrita por Paul McCartney con otro acompañamiento de piano, después un puente orquestal con un coro que incita a salir volando en su sueño, el verso final, un segundo crescendo orquestal y un cierre con un acorde final de piano que se mantiene durante más de 40 segundos. Todo eso y su asistente Mal Evans contando compases y activando un despertador, Ringo Starr magistral en la batería, George Harrison infalible con la guitarra, e incluso los ruidos del estudio al subir el volumen de la grabación mientras se va apagando el sonido del piano. No dudo que sirvió de inspiración para crear maravillas como Bohemian Rapsody u otras que en algún momento incluiré en alguna entrada del blog.

Por desgracia, una de esas veces en las que recientemente volví a encontrarme con mi amigo le tocaba a él pasar por un momento aún más triste y nos vimos en el funeral por su hermana.

Gracias a ella y a varios valientes más, he podido ver un documental que nunca olvidaré. Para mí, de la misma manera que A Day in the Life es la obra maestra de The Beatles, este documental y las intenciones que hay en él están a ese nivel. Me ha impactado tanto que me ha costado unas dos semanas acabar esta entrada en el blog.

La Simfonia dels Herois (CCMA – La Simfonia dels Herois) es el resultado de un impulso del neurocirujano y músico Andreu Gabarrós y algunos de sus pacientes, que también son músicos, por reunirse y expresarse juntos con la música. El documental nos acerca a las reflexiones de todos ellos y sus familiares, muestra sus sesiones preparando el concierto, operaciones de vida o muerte, la preocupación en una visita al doctor, momentos finales en pareja, cuidados familiares, la ilusión de jóvenes que se van a comer el mundo, y nos enseña el aplomo al afrontar situaciones tan dolorosas sobreponiéndose, literalmente, encima de un escenario.

CCMA – La Simfonia dels Herois

Con los primeros planos de las entrevistas no te das cuenta que los ves a través de una cámara, ni en el hospital, ni siquiera cuando entran en casa de un familiar con la nostalgia y la pena de saber que ya no se lo encontrarán allí.

En unas declaraciones que le ponen a la altura de Brian Wilson en la introducción de mi blog, el Dr. Andreu Gabarrós afirma que «La música te acompaña en los momentos que de por sí ya son buenos, y te puede llegar a rescatar de los peores momentos de tu vida».

Cama voladora, vuela con ellos por favor…

A Day in the Life

December 25, 2015, video call from Hong Kong to Tarragona to say Christmas wishes and, in less than a minute, my uncles move away from the screen, leaving my parents in front.

There are days that you especially remember, in which any activity you had to carry out was conditioned by something that had happened. Many of us visualize the place where we were when we saw the first images of the fateful 9/11 or the also tragic 11M. And on a more personal level, we remember the call from a friend or family member communicating bad news. Sadness, worry about what will come next and a lost look when reliving memories usually come next and, to a greater or lesser extent, stay with us forever.

On several pages of the blog I have remembered moments with friends from school or high school. In recent years I have been able to meet again on several occasions with one of them, whom I had not seen for quite some time. I do also remember now that, almost 30 years ago, a few friends from high school had met and I called him to tell him that I couldn’t come, because a very close relative had had a serious accident.

At that time, when we got together, we shared a lot of music. The Doors, Led Zeppelin, Georges Moustaki, – I even got them to dance while listening to Mikis Theodorakis -… and, of course, The Beatles.

A Day in the Life (Youtube – A Day In the Life, The Beatles), the song that concludes the famous album Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, from 1967, is possibly the last collaboration between Lennon and McCartney and, in addition, they managed turn it into his masterpiece – and one of the best songs in history – by calling an orchestra of 40 musicians to play from the lowest note to the highest.

I have always been fascinated by the song because a lot of things happen in it. Its structure is like having two or three songs in one. It contains a brief instrumental beginning with the guitars inviting the piano, followed by some verses by John Lennon, after a first orchestral crescendo a central part written by Paul McCartney appears with another piano accompaniment, then an orchestral bridge with a chorus that invites you to take off flying in their dream, the final verse, a second orchestral crescendo and a closing with a final piano chord that lasts for more than 40 seconds. All that and his assistant Mal Evans counting bars and activating an alarm clock, Ringo Starr masterful on the drums, George Harrison infallible on the guitar, and even the noises of the studio when raising the volume of the recording while the sound of the piano fades away. I have no doubt that it served as inspiration to create wonders like Bohemian Rapsody or others that at some point I will include in a blog entry.

Unfortunately, one of those times when I recently met my friend again, it was his turn to go through an even sadder moment and we met at the funeral for his sister.

Thanks to her and several other brave people, I have been able to see a documentary that I will never forget. For me, in the same way that A Day in the Life is The Beatles’ masterpiece, this documentary and the intentions in it are at that level. It impacted me so much that it took me about two weeks to finish this blog entry.

La Simfonia dels Herois (CCMA – La Simfonia dels Herois) is the result of an impulse by the neurosurgeon and musician Andreu Gabarrós and some of his patients, who are also musicians, to meet and express themselves together with music. The documentary brings us closer to the reflections of all of them and their families, shows their sessions preparing for the concert, life or death operations, worry during a visit to the doctor, final moments as a couple, family care, the hope of young people ready to take on the world, and teaches us the poise in facing such painful situations by literally overcoming it on stage.

CCMA – La Simfonia dels Herois

With the close-ups of the interviews you don’t realize that you see them through a camera, not even in the hospital, not even when they enter a relative’s house with the nostalgia and sadness of knowing that they will no longer find them there.

In words that put him on par with Brian Wilson in the introduction to my blog, Dr. Andreu Gabarrós states that «Music accompanies you in moments that are already good, and can rescue you from worst moments of your life.

Flying bed, fly with them please

L’Océan

Una amiga que hicimos en Hong Kong me envía un enlace web fantástico que puede tener entretenidos a vuestros hijos un rato: https://neal.fun/deep-sea/, especialmente a los amantes de los animales y del mar.

Si os quedáis con ganas de más, os recomiendo que veáis la película documental Oceános que, centrándose en la biología marina, refleja la necesidad de cuidar el planeta y demuestra los aspectos negativos de la actividad humana sobre el océano. Aquí tenéis un resumen de 2 minutos: https://youtu.be/fwxZuKErHs8. La apunto también para mi lista de cosas pendientes.

El enlace de nuestra amiga mejicana me hizo pensar en esta canción de Dominique A, “L’Océan”, que ciertamente es muy apropiada para contemplar el mar. La canción que le sigue -Eleor- la lleváis de regalo, no he encontrado un vídeo mejor que solamente tuviera la primera canción. Las canciones en Francés me parecen muy melódicas, como las que a menudo escucho en Catalán, así que puede ser mejor aún escuchar las dos.

Aprovechando que el videoclip es dentro de un museo, os dejo otro buen enlace para que podáis visitar museos desde casa: https://www.mentalfloss.com/article/75809/12-world-class-museums-you-can-visit-online. He probado el del Museo Dalí y es casi como estar allí.

Cuando todo esto mejore, pasaremos muchos ratos en el mar.

L’Océan

A friend we made in Hong Kong is sharing with me a fantastic web link that can entertain your children for a while: https://neal.fun/deep-sea/, especially the ones that love animals.

In case you want more, you can watch the documentary film Ocean, that shows the marine biology while reflects the need to care for the planet and evidences the negative aspects of human activity on the ocean. Here’s a 2-minute recap: https://youtu.be/fwxZuKErHs8. I also write it down for my to-do list.

The link I got from our Mexican friend made me think of this song by Dominique A, “L’Océan”, which is certainly very appropriate to contemplate the sea. You can take as a gift he song that follows -Eleor-, I have not found a better video that only had the first song. The songs in French seem very melodic to me, like the ones I often listen to in Catalan, so it may be even better to listen to both.

As the music video is inside a museum, I am adding here another good link so that you can visit museums from home: https://www.mentalfloss.com/article/75809/12-world-class-museums-you-can-visit-online. I have tried the one from the Dalí Museum and it looks very good.

When all this situation gets better, we will spend good time at the sea.