Ha pasado un año sin escribir entradas en mi blog, sin olvidarlo, con constantes ganas de volver a él. Entre todas las cosas que suceden en 365 días, varias han llamado mi atención como inspiración para relacionar con alguna canción. Sin embargo, desde el 6 de Julio del 2020 nada pasó por delante de mi deseo de escribir sobre esta canción. Ese día, ese 6 de Julio del 2020, falleció Ennio Morricone, compositor y director de orquesta italiano mundialmente conocido por haber compuesto la banda sonora de centenares de películas.
Su música alcanzaba el estatus de protagonista en muchas de las películas en las que participó y le puso nombre y apellidos a la música cinematográfica como consecuencia de una gran capacidad de trabajo, dejándose inspirar por la historia y haciendo uso de un amplio universo de recursos instrumentales. Espero poder homenajearle en futuras entradas del blog con muchas de las canciones que compuso para el cine y que he disfrutado tanto. Para quienes no hayan visto «La Misión», la película de cuya banda sonora se encargó Ennio Morricone y donde encontramos «Gabriel’s Oboe», les recomiendo que la vean con atención y con el volumen bien alto para sumergirse en este drama histórico sobre un conflicto entre España y Portugal en el que también se vieron involucrados Jesuitas y Guaraníes.
En un par de entradas del blog -diría que en la de «Epic» y en la de «Ain’t no sunshine»- admiraba las horas de práctica de los músicos e invitaba a quien me leyera a ser pacientes si tenían algún vecino cuyos hijos empezaran a tocar algún instrumento musical. En mi caso, recuerdo haber refunfuñado escuchando a mi vecina en sus inicios con el oboe y, veinte años después, ella consiguió emocionarme tocando la pieza «Gabriel’s Oboe» durante el funeral de mi padre. El sonido que desde el coro se repartía por toda la iglesia parecía que lo traían los ángeles. Al final de esta entrada os dejo un enlace para que os hagáis una idea de cómo sonaba.
Además de poseer la templanza necesaria para ser capaz de regalarnos ese maravilloso instante con su oboe estando también ella tremendamente entristecida, realiza colaboraciones con su quinteto Crusell para ofrecer música inclusiva http://sharemusic.se/english/. Éste es su canal de Youtube: https://youtube.com/user/Ostgotamusiken
Hace pocos días fue el día del padre y ya no puedo celebrarlo con él. O sí. Recordándole constantemente. Mi padre amaba Tarragona. Le encantaba pasear observando la ciudad como inspiración para novelas y disfrutaba haciendo de guía turístico para amigos y familiares. Siendo joven fue bastante activo en entidades de la ciudad como, por ejemplo, la Jove Cambra de Tarragona.
El día que regresé de Emiratos Árabes Unidos, el pasado 29 de Enero, me golpeó la triste noticia del fallecimiento de un antiguo compañero del colegio a causa del COVID. Así, en Tarragona perdimos a Óscar Hijosa, otro enamorado de la ciudad que, como mi padre, fue miembro de la Jove Cambra y, además, del Club Rugby Tarragona, de ANC Tarragona, Associació d’Amics i Amigues de la UNESCO de Tarragona, de la Colla Jove Xiquets de Tarragona, Jove Cambra Internacional y un largo etcétera. No teníamos mucha relación, más allá de compartir un grupo de WhatsApp y de haberme pedido consejo antes de un viaje que realizó a Georgia (donde el Oboe, por cierto, se llama Duduki).
Com podria haver signat el meu pare, «que els deus t’acompanyin», Óscar.
Gabriel’s Oboe
A year has passed without writing on my blog, without forgetting it, with constant desire to return to it. Among all the things that happen in 365 days, several have caught my attention as inspiration to talk about a song. However, since July 6, 2020, nothing got over my desire to write about this song. That day, July 6, 2020, Ennio Morricone, Italian composer and conductor known worldwide for having composed the soundtrack of hundreds of films, passed away.
His music reached the status of leading role in many of the films in which he participated and he gave name and surname to cinematographic music as a result of a great capacity for work, allowing himself to be inspired by the history and using a wide world of instrumental resources. I hope I can honor him in future blog posts with some of the songs that he wrote for many films and that I have enjoyed so much. For those who have not seen «The Mission», the film whose soundtrack was composed by Ennio Morricone and where we find «Gabriel’s Oboe», please let me recommend you to watch it carefully and with volume up to immerse yourself in this historical drama about a conflict between Spain and Portugal in which Jesuits and Guaraníes were also involved.
In a couple of blog posts – I’d say «Epic» and «Ain’t no sunshine» – I admired the musicians’ practice hours and invited anyone who read me to be patient if they had a neighbor whose children will begin to play a musical instrument. In my case, I remember grumbling while listening to my neighbor’s first oboe’s lessons and, twenty years later, she managed to move me by playing «Gabriel’s Oboe» during my father’s funeral. The sound that was distributed throughout the church from the choir seemed to be brought by angels. I am leaving you a link at the end of this post so that you get an idea of how it sounded.
She managed to have enough temperance to give us that wonderful moment with her oboe although she was also feeling tremendously saddened. Such a kind person collaborates with her quintet -known as Crusell– to offer inclusive music http://sharemusic.se/english/. This is their Youtube channel: https://youtube.com/user/Ostgotamusiken
A few days ago it was Father’s Day and I can’t celebrate it with him anymore. Or maybe I still can with him constantly in my mind. My father loved Tarragona. He enjoyed to walk around observing the city as an inspiration for novels and he was happy being a tour guide for friends and family. When he was young he was quite active in entities of the city such as, for example, the Jove Cambra de Tarragona.
The day I returned from the United Arab Emirates, last January 29, I was struck by the sad news of the death of a former schoolmate due to COVID. Thus, in Tarragona we lost Óscar Hijosa, another lover of the city who, like my father, was a member of the Jove Cambra and, in addition, of the Tarragona Rugby Club, ANC Tarragona, Associació d’Amics i Amigues de la UNESCO de Tarragona , from the Colla Jove Xiquets de Tarragona, Jove Cambra Internacional and a long etcetera. We didn’t have much of a relationship, apart from sharing a WhatsApp group and asking me for advice before a trip he made to Georgia (where the Oboe, by the way, is called Duduki).
As my father might have signed, “may the gods be with you,” Oscar.